Gibside
Atracción | Rowlands Gill | Inglaterra | Reino Unido
Atracciones históricas en Rowlands Gill
Gibside es uno de los sitios históricos más importantes en Rowlands Gill, cerca de la frontera entre Tyne and Wear y County Durham en el noreste de Inglaterra. Esta extensa finca, administrada por el National Trust, se extiende por aproximadamente 240 hectáreas y es un destacado ejemplo de un parque paisajístico del siglo XVIII. Antiguamente residencia de la familia Bowes-Lyon, a la que también pertenecía la futura Reina Madre, Gibside combina una impresionante arquitectura con un paisaje cuidadosamente diseñado y ofrece una mezcla de historia, naturaleza y tranquilidad que transporta a los visitantes a una era pasada.
Parque paisajístico siglo XVIII Inglaterra
La historia de Gibside se remonta a la Edad Media, cuando la tierra estaba en manos de varias familias locales, pero su apogeo se produjo en los siglos XVII y XVIII bajo la familia Bowes. Sir George Bowes adquirió la finca en 1693, y su nieto, también George Bowes, la convirtió en una magnífica residencia entre 1720 y 1760. Como rico barón del carbón, Bowes utilizó su fortuna para enriquecer la propiedad con magníficas estructuras y un paisaje diseñado que se ajustaba a los ideales del arte del jardín inglés. Entre sus proyectos más ambiciosos se encontraba la construcción de la Capilla de Gibside, una iglesia palladiana, y la Columna de la Libertad, una columna de 43 metros de altura que simboliza la libertad y que se alza desde la cima de la colina sobre el valle. Estas estructuras no solo debían mostrar la riqueza de la familia, sino también destacar su influencia y gusto.
Capilla de Gibside obra maestra arquitectónica
La Capilla de Gibside, completada entre 1760 y 1812, es una obra maestra arquitectónica y uno de los pocos edificios en la finca que se conservó por completo. Diseñada por James Paine, combina elementos clásicos como una cúpula y columnas con una elegancia sencilla que recuerda a las obras de Andrea Palladio. La capilla sirvió como mausoleo para la familia Bowes y sigue siendo un lugar de paz y reflexión, cuyo interior impresiona con mármol y finos trabajos en madera. Por otro lado, la Columna de la Libertad, originalmente coronada con una estatua de la libertad, es otro símbolo de la grandeza de Gibside, aunque después de siglos de exposición a la intemperie, hoy permanece sin su figura original.
Historia de la finca familiar Bowes
El paisaje de Gibside fue diseñado con cuidado para crear una conexión armoniosa entre la naturaleza y la arquitectura. George Bowes colaboró con diseñadores de paisajes para crear una red de senderos, avenidas y ejes visuales que guiaran a los visitantes a través de la finca. El Gran Paseo, una larga avenida, va desde la capilla hasta la columna y ofrece vistas espectaculares sobre el Valle de Derwent. A lo largo del camino se encuentran elementos pintorescos como el jardín amurallado, que una vez suministraba frutas y verduras para la finca, y los restos de la orangerie, que albergaba plantas exóticas en el siglo XVIII. El gran lago, aunque hoy más pequeño que en su apogeo, refleja las colinas y bosques circundantes y atrae aves acuáticas como patos y garzas, enriqueciendo la belleza natural del parque.
área de conservación National Trust Gibside
Gibside experimentó un lento declive después de la muerte de George Bowes en 1760. Su hija Mary Eleanor se casó con John Lyon, creando así la familia Bowes-Lyon, pero dificultades financieras y mala gestión llevaron a que la casa principal – un impresionante edificio con más de 70 habitaciones – fuera descuidada en el siglo XIX. En el siglo XX fue parcialmente demolida, y los antiguos jardines se volvieron salvajes. El National Trust se hizo cargo de la finca en la década de 1960 y comenzó a restaurar las estructuras restantes y a recuperar el paisaje. Hoy en día, las ruinas de la casa principal son una vista romántica que ilustra la caducidad de la riqueza, mientras que la capilla y otros elementos brillan en todo su esplendor original.
Para los visitantes, Gibside ofrece una variedad de experiencias. Más de 24 kilómetros de senderos recorren la finca, incluido el "Skyline Walk", que lleva a los puntos más altos del parque y ofrece vistas panorámicas sobre el valle. El parque es un paraíso para los amantes de la naturaleza, con densos bosques, prados y una rica fauna que incluye ciervos, zorros y aves raras como el pájaro carpintero verde. Para los niños, está el "Strawberry Castle", un parque de aventuras con torres, toboganes y redes de escalada, así como actividades de observación de la vida silvestre. Una casa de té cerca de la capilla sirve comidas caseras con vista a las ruinas, y una tienda ofrece productos locales y souvenirs.